Cap. 24: Una vida sin ti

Cap. 24:

Una vida sin ti

                                             

(TP): Verás, Niall... Ha... Ha... mu... Ya no... está con nosotros... Verás, Cat, sé que esto no es fácil... Llamaron hace un día del hospital Elmore y... 
Cat: ¡NO SIGAS! - Grité.
Me levanté de la mesa bruscamente. La silla se calló hacia atrás. Empecé a llorar, aunque sabía que hacerlo no mejoraría las cosas, que por mucho que llorara no podría expresar el dolor que sentía con lágrimas, porque ese dolor era tan intenso...
Subí corriendo a mi habitación, dejando a mi padre sentado en la mesa, solo. Entré en mi cuarto y me acurruqué en una esquina. El sentimiento de culpa se hizo más grande, yo misma había hecho todo este desastre. Esto no podía estar pasando, era tan sumamente irreal que parecía que estaba dentro de una pesadilla sin fin. Recordé todos los momentos que los dos habían pasado, pero eso solo me amargó, porque la persona a la que más quería en el mundo ya no estaba, y todo por mi culpa. ¿Por qué? ¿Por qué Niall, y no yo? Mi vida no tenía sentido, ya nada tenía sentido, porque nada ni nadie podría rellenar el vacío que me había quedado en el corazón, aquel corazón que tiempo atrás había pertenecido a Niall. Hice un esfuerzo, un intento de contener las lágrimas, pero no pude. No podía, no podía seguir así. Entones, la llamada de Louis vino a mi cabeza, ahora lo entendía, ahora entendía por qué el me había hablado con ese tono, con ese dolor, Niall había muerto ayer y yo... Yo no lo sabía, aunque prefería tampoco saberlo ahora. 
Pasé horas así, llorando, recordando a Niall, y todavía sin que las lágrimas dejasen de caer por mis mejillas. Decidí que lo menos que podía hacer por él, era enterarme de lo que le había pasado, interesarme por él, porque era lo mínimo que se merecía.
Así que, me armé de valor y bajé abajo, a preguntarle a mi padre sobre todo lo que había pasado. Cuando bajé, me encontré allí a Zayn y Ari, agarrados de la mano, hablando con mi padre. Entré en el salón y todos me miraron. Al saber que ellos estaban allí preferí subirme, no quería que me viesen así. Me encerré en mi habitación, otra vez. Al cabo de unos minutos, alguien llamó a mi puerta. 
Zayn: Cat, soy Zayn, déjame entrar...
Ari: Cat, no le hagas caso, ábreme, soy Ari, sabes que soy tu amiga, solo quiero hablar... Te aseguro que te sentirás mejor si tenemos una charla.
En una situación normal, Zayn hubiera comentado: - Ya está otra vez con unas de sus charlas - Aunque bromeando, claro y Ari le hubiera respondido: - Anda, cállate, Zayn - Y le hubiera besado y los dos se hubiesen reído, pero nadie estaba de humor.
Abrí a los dos.
Ari: Anda, Zayn, déjanos solas.
Él le hizo caso.
Cerré la puerta detrás de nosotras.
Ari: Cat, ¿Qué tal estás?
Cat:...Fatal...
Ari: Sabes que no fue culpa tuya...
Cat: Sí que fue culpa mía, todo pasó porque yo empecé a bailar con un tipo y...
Alguien llamó a la puerta. Después, entraron July, Natalie, Anne y Eleanor.
Perfecto, lo que me faltaba.
Todas: Hola.
Eleanor: Supongo que no te hará mucha gracia que esté aquí, por todos los problemas que habéis tenido estos últimos días Louis y tú, y eso, pero él quería que supieras que lo siente muchísimo y que se arrepiente de todo.
Cat: No pasa nada, tenía razones.
Las demás no sabían de qué hablábamos.
Estuvimos charlando un tiempo. Me enteré de que el entierro de Niall era hoy,  a las diez de la noche, y de que murió porque había perdido mucha sangre.
Cuando ellas se fueron, pasé el resto del día sentada, delante de la ventana, llorando por la muerte de Niall. Entonces, a las diez menos veinte salí de casa, ni siquiera me peiné. A 11 manzanas de mi casa había un gran edificio, me dirigí a él. Entré por la puerta y subí al ascensor.
Llegué a la planta más alta, la 13. Salí al balcón. Trepé al extremo de  la barandilla que había para que nadie se cayese al vacío. Esperé los tres minutos que faltaban para que enterraran a Niall en el cementerio. Entonces, a las diezen punto de la noche:
Cat: Esto lo hago por ti Niall, si tu mueres, yo muero contigo.
Y me tiré a la calle, desde el último piso del hospital Elmore. Mis últimos pensamientos fueron: Sin ti, mi vida no tiene sentido, por eso he decidido no vivir.